domingo, 27 de abril de 2014

Reseña: Pantano, de Iván Rojo



Pantano, Iván Rojo, Ed. Sven Jorgensen, 162 págs (edición digital). 1ª edición: Enero, 2014.


Uno de los problemas de las antologías de relatos es que el lector tiene una vía de escape cada vez que se cierra una historia. Y en “Pantano”, si no me fallan las cuentas, caben veintinueve relatos. Así que de primeras, Iván Rojo lo tenía bastante complicado para conseguir dejarme pegado al asiento.

Sin embargo, nada más empiezas a leer te das cuenta de que el final de cada historia parece invitar a coger la siguiente. Y si bien no están relacionadas, visitan espacios comunes. Son distintos personajes, pero a veces parecen el mismo, un “yo” anónimo con una forma muy especial de entender la vida y la realidad. Y creo que eso es lo que engancha, las ganas de explorar ese mundo de extrarradio y alienación a través de los ojos del escritor. 


La mayoría de los personajes de “Pantano” se encuentran indefensos. Observan impotentes cómo las cosas escapan a su control. Los mismos elementos se repiten de manera recurrente en varias de las historias. Las relaciones familiares desestructuradas por las drogas o por la locura. Humanos destrozados por un accidente fortuito, vidas que cambian para siempre. Hay relatos con un desarrollo bien marcado. Otros son sólo momentos que parecen segados de una vida y podados lo justo para hacerlos masticables por el lector. Eso sí, no hay píldoras edulcoradas ni concesiones al buen gusto. Historias como “El día en que compramos a Tigre”, “Hermanos de sangre” o “Atolones” no son fáciles de digerir. Ni tienen por qué serlo.

El estilo es directo, funcional, sin muchas florituras. No sobra nada. A veces –cuando la historia lo requiere- se vuelve poético. Me parece muy destacable la forma en la que se construyen los decorados de relatos como “Ocio nocturno” y sobre todo “Corrosión”, con esa arena que parece devorarlo todo, lo físico y lo inmaterial. La prosa es evocadora; sin ser muy descriptiva, ha dibujado imágenes vívidas en mi cabeza. 

Considero también que el trabajo de edición está bastante cuidado. Eso sí, se han colado un par de erratas (menores), y creo que a casi todos los relatos les habrían beneficiado unos párrafos más cortos. Todo menudencias porque, en definitiva, me ha gustado mucho. Y por sólo tres euros (precio de la edición electrónica), casi me siento mal por haber disfrutado tanto después de pagar tan poco dinero. 

Así que os recomiendo que os paséis por svenbooks y os hagáis con vuestra copia. Si queréis un ejemplo de su trabajo, no tenéis más que consultar su blog, que está bien cargado de relatos y de buena poesía. 

2 comentarios:

  1. Hola. Solo decir que muchas, muchas gracias por la reseña. Me alegra que te haya gustado esta muestra de lo que escribo. Un abrazo.

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  2. Gracias a tí, Iván, porque para mí ha sido un placer leerte. Sigue así.

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