Hace un par de meses escribí una entrada hablando de los peligros de la autopublicación.
Allí hacía hincapié en los riesgos que supone para el autor novel el lanzarse a
la aventura, centrándome sobre todo en la ausencia de filtros de las publicaciones
digitales. En este post cambian las tornas y comentaré también algunas ventajas.
Un ejemplo inspirador
El fenómeno de la
autoedición lleva años dando guerra en Estados Unidos, pero es relativamente
nuevo en España. Uno de los primeros autores de este país que experimentó con la
autopublicación digital con gran éxito fue Manel Loureiro. Fijaos en la rapidez
y la eficacia del proceso:
“Apocalipsis Z (…) nació como un pequeño proyecto personal de literatura de
su autor, Manel Loureiro. Este abogado pontevedrés de 31 años comenzó a
publicar lo que en principio iba a ser un relato corto en un blog (…), por
pequeñas entregas, a medida que la iba escribiendo. Al poco tiempo de haber
colgado los primeros capítulos en la red, el boca a boca comenzó a funcionar.
Pronto el puñado inicial de lectores se transformó primero en docenas, luego en
cientos y más tarde en miles de lectores diarios que acudían puntualmente al
blog para conocer el desarrollo de las aventuras del abogado sin nombre en su
particular odisea.
El relato, que comenzó a publicarse en Internet en enero de 2006 pronto
alcanzó una amplia difusión a través de toda la esfera hispanohablante (…). La
prensa convencional se hizo eco de lo que estaba sucediendo con aquel pequeño
relato y Apocalipsis Z tuvo reflejo en las páginas de Cultura de varios medios
de comunicación. Así por ejemplo los diarios La Razón y El Mundo , así como
algunas revistas en España, el diario Las Últimas Noticias en Chile (el diario
de mayor difusión en ese país), Radio FX en México, etc… (la lista es larga)
publicaron reseñas y noticias sobre aquel pequeño fenómeno literario.”[1]
Finalmente,
Apocalipsis Z fue publicada por Dolmen Editorial en el 2007. Le siguieron dos
continuaciones. El año pasado Manel publicó su novela “El último pasajero”,
alejada del género de zombies. Es ya un autor consagrado.
Manel Loureiro. Fuente
Manel Loureiro apostó
por un blog. Aunque ahora existen muchas opciones, la mayor parte de los escritores que se autoeditan utilizan Amazon como
plataforma de publicación (Wattpad lo dejaremos para otra ocasión). Hablaré
ahora de algunas de las ventajas que conlleva.
Se gana más dinero con Amazon que
con una editorial tradicional
Hace unos años era muy difícil llegar a tener
éxito y poder vivir de la literatura, pero ahora estamos en un momento en el
que el éxito no te garantiza nada, ni siquiera un pequeño sobresueldo. Vender
miles de copias supone ganar cantidades ridículas. Si hace diez años había
cuatrocientos autores que podían sobrevivir escribiendo, ahora hay cuarenta, y
de dentro de poco habrá cuatro. Simplemente no compensa.
En el mercado tradicional, el reparto de
beneficios suele ser como sigue[2]:
-
30% para el
editor.
-
60% para el distribuidor
y puntos de venta.
-
10% para el autor.
Por lo tanto, si un libro se vende a 10 euros, el
escritor percibirá 1 euro. A veces, no siempre, también hay un adelanto de
cuantía variable. En cambio, los porcentajes en el mercado digital son muy
diferentes. Con Kindle la cosa va así[3]:
-
Si el libro
cuesta 2,6 euros o más, el autor percibe el 70%.
-
Si el libro
cuesta menos de esta cifra, el autor percibe el 30%.
La estrategia con la autopublicación suele ser
vender los libros muy baratos, en torno a un euro, para aumentar el número de
compras y de lectores. Aún en este caso, el
autor recibe tres veces más dinero y obtiene distribución inmediata a nivel
mundial, y además puede publicar su libro en tan sólo veinticuatro horas.
Aunque esta comparación no es muy justa, puesto
que se compara un libro publicado en formato físico con uno en digital, es la
pura realidad. La mayor parte de editoriales que apuestan por el formato
digital (honrosas excepciones aparte), mantiene muchas veces el mismo margen de
beneficios y apenas reduce el precio del producto. En cualquier caso, si el
autor quisiera autoeditarse en papel a través de Amazon, aun así recibiría un
porcentaje sobre la venta del 20%, que sigue siendo el doble que en una editorial tradicional.
Vistos los datos, cabe preguntarse ¿es posible
vivir de la escritura autoeditándose?
Blanca Miosi lo dice claramente (la negrita es
mía):
“Hoy en día se puede vivir de la escritura, la diferencia es que es un trabajo nunca mejor dicho: de tiempo completo. El escritor debe saber venderse y vender sus libros. En primer lugar no tener uno solo. Como mínimo debe tener siete u ocho. Y si son sagas mejor, especialmente las que tienen principio y fin en cada libro pero que conservan un hilo conductor que hará que el lector desee comprar la que sigue.”[4]
Blanca lo sabe muy
bien. Ha publicado nueve novelas en Amazon y todas ellas han formado parte del
top 100 de Bestsellers.
La vida de tu libro será más larga
No es ningún secreto:
Todas las novedades tienen una fecha de caducidad, y esta fecha es normalmente
muy corta, sólo unos pocos meses. Si la editorial es buena y sabe hacer su
trabajo promocionará el libro durante este tiempo. Habrá presentaciones, ruedas
de prensa, entrevistas, sesiones de firmas y todo lo demás. Pasado el plazo el
libro caerá poco a poco en el olvido. Será retirado de las librerías y
resultará muy difícil hacerse con un ejemplar. Si en esos meses no ha encontrado
a su público potencial, casi con toda seguridad no lo hará.
Un libro autopublicado
carece de estas limitaciones. Como se publica en formato digital, siempre
estará disponible. La promoción corre a cuenta del autor, que puede planificar
estrategias a largo plazo para alargar la vida de su obra. Las editoriales
tradicionales cada vez invierten menos en publicidad, y de todas formas la
mayor parte de la misma la va a tener que llevar a cabo el propio autor.
Puedes acabar vendiendo a una
editorial
Es verdad que un libro
autopublicado ya no puede presentarse a concursos literarios, y el autor debe
de tenerlo muy en cuenta. Sin embargo, autopublicar no significa rechazar para
siempre la posibilidad de firmar con una editorial tradicional. De hecho, muchas
editoriales buscan nuevos valores entre las listas de los más vendidos de
Amazon. Es lógico. Una editorial, sobre todo las grandes, no es más que una
empresa; busca el mayor beneficio con el mínimo riesgo. Por lo tanto, prefiere
vender un producto que ya se ha probado exitoso en una plataforma digital,
buscando replicar el mismo éxito en formato físico.
Una editorial se
piensa mucho publicar a un autor novel. Nadie lo conoce, la promoción tiene que
empezar desde cero, las ventas en el mejor de los casos son dudosas, etc. El
autor novel que ha logrado aupar su novela a los primeros puestos de Amazon
tiene una carta de presentación excelente para cualquier editorial: Una prueba
de que su libro vende.
¿Encaja mi libro dentro del fenómeno
indie?
Esta es una pregunta de difícil respuesta. Los
libros más vendidos de Amazon son de género. Y, de entre todos ellos, el primer
premio se lo llevan los de género romántico,[5]
aunque también se venden bien las novelas de aventuras y de ficción histórica.
Si tú y yo somos escritores, pero los dos escribimos
textos de géneros diferentes, tenemos poco de qué hablar. El hecho de que tú y
yo dediquemos horas y horas al oficio de escribir sólo nos hace tener eso en común.
Nuestros lectores potenciales son totalmente distintos, comprenden rangos de
edad diferentes, y también se acercan a la literatura de una manera distinta. Unos
compran en Kindle, otros en librerías tradicionales (y además son prácticamente
luditas, no compran online y no tienen libro electrónico), unos leen siete
libros al mes, otros siete libros al año. O sea que lo que me funciona a mí, para tí puede ser un suicidio profesional y
viceversa.
De momento parece que el fenómeno indie –con la excepción
de la novela romántica- ha deparado pocas sorpresas en cuando a los géneros
predilectos de los lectores. En otras palabras, las novelas que publican las
grandes editoriales tradicionales y las que copan los puestos más altos de las
listas de Amazon son muy parecidas entre sí. Eso quiere decir que las
editoriales tradicionales, apostando por determinado tipo de obras, han estado
haciendo bien su trabajo durante todos estos años.
Entonces, ¿supone el fenómeno indie una revolución
en el panorama literario? Bueno, en cuanto a la competencia para copar la lista
de los bestsellers sí podemos estar hablando de una revolución, incluso de un
cambio de paradigma en la historia de la literatura. En un espacio como
Internet, donde el poder mediático está al alcance de todos, el escritor novel puede competir con la gran editorial en condiciones
mucho menos adversas. Pero por el momento, el fenómeno indie sólo suple las
necesidades de los lectores de los géneros mayoritarios. Al fenómeno indie todavía
le falta cubrir nichos de mercado. Le falta el aval de la crítica, aunque esto
esté cambiando poco a poco con el tiempo.
A cada obra le corresponde una estrategia. Si yo
hubiera escrito una novela romántica, no me lo pensaría dos veces y optaría por
la autopublicación en Amazon. Pero, ¿qué pasa con todas esas obras que, por sus
características, no pueden llegar a las listas de los más vendidos en Amazon ni
siquiera dentro de su género? Por ejemplo, la categoría de “Ficción
contemporánea” de Amazon, que abarca una cantidad de posibilidades pasmosas.
¿Estos libros se siguen vendiendo (aunque se vendan menos, claro), o caen en el
olvido para siempre?
El escritor tiene que plantearse entonces si le
merece la pena la autopublicación, o su novela estaría en mejores manos si se
la ofreciese una editorial especialista en publicar otras obras de similares
características. ¿Dónde compran tus lectores potenciales? ¿Tienen Twitter? Y si
lo tienen, ¿lo usan? Hay editoriales que distribuyen sólo a pequeñas librerías,
y hay lectores que, por afinidad, siguen ávidamente todas las publicaciones de
determinada editorial. Si autopublicas, te arriesgas a perder este pequeño
mercado muy especializado donde tu obra podría haber tenido cabida, haber
ganado prestigio y haberte granjeado seguidores.
Conclusiones
Como lector, yo todavía estoy esperando a ese
autor indie que de verdad me motive y me haga creer que este fenómeno tiene un
futuro, no sólo dentro del negocio del libro, sino del más amplio mundo de la
literatura. Es verdad que aunque leo de todo, mis preferencias se dirigen hacia
géneros minoritarios y alejados de la fantasía, la romántica y la histórica, y
esto condiciona mucho mi opinión.
El vacío y el desprecio de las grandes editoriales
a la hora de potenciar un determinado tipo de literatura han llevado a la creación
de editoriales más pequeñas. Son editoriales minúsculas, que apuestan por el
formato digital, pero que no tienen miedo de arriesgar y buscan un mercado
minoritario, pero no por ello menos real. Algunas intentan competir con los
precios de Amazon. Otras hacen tiradas bajas en papel y venden caro, y muchas
veces salen perdiendo dinero porque es lo que hay. Es ahí donde yo me estoy
llevando mis grandes alegrías, y donde estoy descubriendo a nuevas promesas de
la literatura nacional.
Como escritor no descarto el experimento en un
futuro, pero prefiero apostar por los medios tradicionales. Ahora mismo el
mercado está más diversificado que nunca. Hay proyectos de todo tipo, y existen
editoriales para todos los gustos. También hay muchas buenas razones para
decidirse a autopublicar un libro, pero sigo pensando que el rechazo editorial no
debería ser una de ellas, sino una decisión meditada y basada en un análisis
del mercado y de las posibilidades reales de venta y de difusión (muchos,
muchísimos de nosotros, no lo hacemos por el dinero, sino por ego, por crear
arte, y por llegar a la gente).
Se elija la opción que se elija, el escritor
debería contar siempre con una valoración externa y profesional antes de lanzar
su obra al mercado. El autor que publica con editoriales tradicionales siempre
cuenta con esta valoración. Por lo tanto, si el autor que se autoedita espera
recibir algún beneficio de la publicación, aunque no sea económico, ha de
llevar a cabo también una inversión.
Escribas lo que escribas, ten en cuenta que el nombre de un escritor es su imagen de
marca, lo más valioso que tiene. Intenta no asociarla a un producto de mala
calidad.
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Fuentes
[1] http://trazosenelbloc.blogspot.com.es/2007/10/dolmen-editorial-publicar-apocalipsis-z.html
[2] http://marianaeguaras.com/reparto-de-porcentajes-en-la-edicion-de-un-libro-impreso/
[3] http://elcentinel.blogspot.co.uk/2013/05/como-auto-publicar-y-vender-tus-propios_14.html
[4] blancamiosiysumundo.blogspot.co.uk/2014/07/mucho-se-habla-de-lo-positivo-o-de-lo.html
[5] http://www.ciberautores.com/zona-kindle/temas-mas-vendidos.html#.VCUYrBZ_T5I
Muy buenas, Victor:
ResponderEliminarTratas muchos temas y muy interesantes en esta entrada. Me llama especialmente la atención tus reflexiones sobre el fenómeno indie y, con permiso, quiero dar mi opinión al respecto.
Lo que ha pasado con respecto a la autopublicación en los últimos años, es que gracias a los lectores electrónicos y las plataformas de Amazon primero, y luego Smashwords, Apple, Google, Nook, Kobo y otras, es que se han eliminado los intermediarios, permitiendo a los lectores conectar directamente con los autores y viceversa.
Ese escenario permite la aparición, como bien indicas, de pequeñas editoriales, mucho más ágiles y con mayor margen de maniobra que las grandes casas editoras. Esas pequeñas editoriales pueden aprovechar las ventajas de la edición digital para hacerse con un nicho de mercado y están publicando obras muy destacables.
Estoy seguro de que en los próximos años llegará ese autor indie que dices. Apenas llevamos seis años de revolución digital en la literatura y en España menos aún. El futuro solo puede ir a mejor y, poco a poco, otros géneros más allá de la fantasía, la romántica y la histórica, se irán abriendo hueco en la literatura en formato electrónico, a medida que la mayor parte de los lectores se adapte a este formato.
Un saludo, y sigue escribiendo textos así, ¡me encantan!
Hola Miguel Ángel. De nuevo muchas gracias por tus comentarios. Efectivamente, una de las principales ventajas del paso a lo digital ha sido la posibilidad de deshacerse de los intermediarios y abaratar los precios. Esto permite la supervivencia de editoriales pequeñas y más arriesgadas, aunque también hay que decir que algunas no llegan a cubrir costes, y otras directamente se han tenido que constituir como asociaciones benéficas y ni siquiera tienen beneficios. Estos editores trabajan por pasión, por amor al arte. Esperemos que el tiempo y las circunstancias les permitan afianzarse por fin en el mercado.
ResponderEliminarYo también creo, como tú, que el movimiento indie se extenderá a otros géneros. De hecho ya lo está haciendo. Falta que los buenos vayan saliendo y haciéndose un nombre también. Lo que está claro es que el futuro pasa por lo digital y la autopublicación, aunque yo creo que siempre (o al menos todavía durante bastante tiempo) la tendencia coexistirá con las editoriales tradicionales y las publicaciones en papel.
Hola Víctor.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Miguel Ángel y contigo. El único problema que le veo a la autopublicación y al fenómeno indie es que entre muy buenos escritores también se mezclan otros que no lo son tanto (e incluso algunos que son bastante malos). Si embargo, como dice Víctor, creo que con el tiempo los buenísimos escritores que han optado por la autopublicación irán destacando. O al menos así debería ser, si hay justicia en este mundo ;-) Claro que, a la hora de hacerte un nombre entran tantos factores en juego que probablemente gente que escribe muy bien no logre nunca destacar en la maraña de escritores autopublicados.
Esta tarde tenía previsto publicar una entrada al respecto. Enlazaré a la tuya, que no había leído hasta ahora.
Un saludo y buen fin de semana :-)
Ana
Hola Ana, encantado de leerte por aquí. Quizá el problema no sea la autopublicación en sí, sino que ésta, en lugar de servir para liberarse de los rígidos sistemas de selección de las editoriales, se ha limitado en buena medida a reproducir las mismas fórmulas. Amazon es como una gigantesca librería física. Si sabes lo que buscas puedes encontrarlo por allí. Pero si no tienes ni idea, estás condenado a acudir a las listas de más vendidos y husmear siempre entre los mismos títulos, que por ser los más vendidos no tienen por qué ser los mejores. El que más vende igual no es el mejor, sino el que más se promociona. Igualito que en una gran librería al uso.
ResponderEliminarMuchas gracias por enlazarme y feliz fin de semana a ti también.